En marketing, un prospecto (también conocido como lead) es un individuo o empresa que ha mostrado algún interés en el producto y/o servicio que le estamos ofreciendo.
Un prospecto puede ser un cliente potencial que ha expresado interés en obtener más información sobre la empresa o sus productos, ya sea mediante la suscripción a un boletín, la descarga de un recurso en línea, el registro en una demostración o cualquier otro tipo de acción que indique estar atraído en lo que la empresa ofrece.
Una vez que se identifica un prospecto, el siguiente paso es convertirlo en un cliente potencial o, en última instancia, en un cliente real. Para hacer esto, las empresas utilizan una variedad de técnicas de marketing para nutrir y calificar a los prospectos. Por ejemplo, enviar correos electrónicos promocionales, proporcionar contenido de valor; como artículos de blog o infografías, invitar a los prospectos a participar en eventos y demostraciones.
La calificación de los prospectos es también una parte importante del proceso de marketing. Esto implica evaluar el nivel de interés y la probabilidad de que el prospecto se convierta en un cliente.
Los criterios de calificación pueden variar según la empresa, pero generalmente incluyen aspectos como el presupuesto, el tiempo de compra, la autoridad en la toma de decisiones y la alineación con el perfil de cliente ideal de la empresa.
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