Conoce las 3 necesidades básicas de tus clientes
Podríamos pensar que cuando una persona busca comprar algo lo hace por el precio, por necesidad o incluso por capricho.
Esto va más allá. Debemos reconocer que un cliente es la parte vital de todo negocio y por eso la confianza y la emoción que despertemos en él es pieza clave para atraerlo y fidelizarlo.
Entender qué, por qué, cómo y quién compra hace más sencillo el proceso de venta.
De manera generalizada podemos clasificar las necesidades del cliente en:
Necesidades emocionales
Se habla de que a la hora de consumir productos o servicios se ponen en juego nuestro cerebro reptiliano, nuestro cerebro emocional y, finalmente, nuestro cerebro racional. Para conocer mejor estas necesidades, nuestras preguntas se basarán en cómo queremos hacer sentir al consumidor. Responder a esta pregunta nos permitirá optimizar nuestros mensajes y llegar más fácil al corazón de nuestros clientes.
Tengamos claro que las emociones que mueven al ser humano son la felicidad, el enojo, la tristeza y el miedo, entre otras. Al elaborar contenido debemos saber qué queremos inspirar en nuestra audiencia y de qué manera la vamos a impactar.
Lo que es un hecho, es que debemos de tener cuidado de no abusar de las emociones al momento de hacer nuestra estrategia de marketing.
Necesidades funcionales
Como su nombre lo dice, son las que cumplen una función específica para el cliente, eso las hace más tangibles, por decirlo de alguna forma. Por ejemplo, una fábrica de botes de basura podría desarrollar nuevos productos, como tamaños de bote, con tapa o sin tapa, de distintas capacidades, con ruedas, etcétera, para satisfacer las distintas necesidades de los clientes en función de su utilidad.
Este tipo de necesidades pueden ser extremadamente específicas o más ambiguas, dependiendo del criterio de compra del cliente.
Necesidades sociales
¿Quién no quiere pertenecer a determinado grupo o ser percibido de alguna manera? En esto consisten las necesidades sociales: en pertenecer. Aquí vale el dicho: “Como te ven te tratan”.
En realidad, cuando un cliente va a adquirir un producto o servicio, lo primero que piensa es si le gusta o no, si le sirve o no y finalmente en si es afín con el resto de las personas para aparentar algo. Es decir, la necesidad social del cliente no es la principal razón para comprar, pero sí influye en su decisión final.
Así, estos tres tipos de necesidades se conjuntan para que una persona compre nuestro producto o servicio, aunado a la calidad, precio, experiencia del usuario y otras necesidades que veremos en artículos posteriores.