El mecanismo para superar la frustración
Uno de los principales problemas con los que te vas a encontrar es el elevado nivel de frustración que se experimenta al no lograr el alcance de tus metas, la frustración por si misma puede afectar nuestra psicología a tal grado que podemos llegar a abandonar sistemáticamente todo aquello que comenzamos.
La razón de que sea un estado mental tan intolerable es porque nos hace sentir incompetentes, parece reafirmarnos a cada instante que no somos capaces de lograr algo y nos abruma y obliga a desistir en la mayoría de las ocasiones.
Hay varias cosas que hay que saber respecto a la frustración. La primera es que es un estado cien por ciento controlable en sus inicios, la segunda es que es resultado de una incapacidad para vislumbrar un número elevado de soluciones a un mismo problema y la tercera es que nuestra mente tiende a calcular el esfuerzo que nos tomará lograr algo de manera incorrecta sin considerar todas las variables que la vida va a introducir
inevitablemente.
¿Cómo es que podemos volvernos capaces de controlarla? Abordando nuestros objetivos con el punto de vista adecuado. La mayoría de las personas intentan alcanzar el “logro" y ésta por sí misma es una fórmula para garantizar tu frustración.
Este es el primer gran cambio que debemos realizar, cambiar el enfoque en el que abordamos nuestras metas y objetivos, el enfoque no debe ser el logro, debe ser el progreso. Casi todas nuestras metas requieren de cierta cantidad de tiempo y de cierto factores para poder concretarse, nuestro esfuerzo se ve reflejado en el universo físico con cierto retardo, mismo que a veces nos hace desesperarnos o dudar de la validez de nuestras acciones, sin embargo, es la forma en la que las cosas tienden a materializarse, con esfuerzo aplicado a través del tiempo.
Considera entonces que un logro no es más que el acumulado de progresos a través del tiempo, estos “progresos” son por si mismos pequeños logros, mismos que nos darán la fuerza y la seguridad de la validez y el valor de nuestros esfuerzos, alejando la frustración de nuestras mentes y alentándonos a seguir.
Ahora pongamos atención al punto número dos: “Incapacidad para vislumbrar un elevado número de soluciones a un mismo problema”. Ser incapaz de hacer algo al respecto de un problema frustra a cualquier persona, lo lleva casi a la apatía, por lo tanto, si la persona es capaz de hacer algo al respecto, no experimentaría frustración.
¿Cómo es que una persona se vuelve incapaz de hacer algo? Cuando ya no cuenta con opciones para atacar el problema, pero si cuenta con múltiples opciones, entonces puede decirse que cuenta con más oportunidades para intentar. Sin opciones no hay nada más que hacer, además de sentarse a sollozar.
Entre más y mejor información tenga tu mente, mayor será el número de soluciones que podrá vislumbrar. De manera que la probabilidad de experimentar frustración se eleva proporcionalmente con la ausencia de datos funcionales e información que tengas en el tema que estás tratando de resolver.
Si incrementas el conocimiento en esa área donde estás frustrado, tu mente tendrá la materia prima para poder vislumbrar nuevas opciones para atacar y poder hacer algo al respecto. Pregúntate ¿acerca de qué no estoy seguro en este problema? ¿Qué información tengo incompleta? ¿Qué desconozco al respecto?
Gana conocimiento y con esto ganarás más caminos de salida, nuevas rutas que no habías concebido, de pronto el aparente fallo se volverá un recurso, una experiencia positiva que te habrá enseñado “cómo no se hace” y a la vez te acerca mucho más “al cómo sí” podrías resolverlo.