¿Qué tan buena es tu gran idea de negocio?

Cuando tenía un despacho de consultoría, un día alguien me preguntó: Quiero comenzar mi propio negocio. Tengo toneladas de ideas de negocios que me parecen muy buenas, pero mi socio no está tan seguro. Él dice que necesitamos encontrar una manera de probar mis ideas para elegir la que tenga la mejor oportunidad de lograr el éxito. Estoy listo para elegir uno e ir por él. ¿Cuál es la mejor manera de determinar si una idea de negocio es realmente tan buena como parece?

- Carolina C.

Sé que mi respuesta no debió gustarle, pero le dije que su socio tenía razón.

No importa que tan bien suene una idea mientras rebota dentro de tu cabeza, esa idea debe ser puesta a prueba antes de invertir tiempo y dinero en su ejecución. El éxito no radica en lo que piensas de tu idea, sino en lo que pensará el público comprador.

Muchos empresarios descubren demasiado tarde que la opinión del público sobre su idea difiere mucho de la suya. Dejando de lado el tiempo y el dinero, lo último que quieres hacer es escuchar un "¡Te lo dije!" de tu socio, así que respira profundo, disminuye la velocidad y veamos las formas en que puedes probar la viabilidad de tu idea.

Ve más allá de preguntar si tu idea de negocio es buena.

Hay muchas formas de probar la viabilidad de una idea, aunque algunas no son tan efectivas o precisas como otras. La mayoría de las personas comienzan preguntando a todos sus conocidos qué piensan de su gran idea. Esta es una buena manera de comenzar a girar las ruedas porque puedes recibir comentarios que no has considerado antes, pero ten claro que esta NO es la mejor manera de probar la verdadera viabilidad de una idea. Nunca comiences un negocio simplemente basado en lo que piensan tus amigos y familiares.

Hay dos cosas que sucederán aquí. Primero, tu familia y tus amigos casi siempre te dirán lo que quieres escuchar. Nadie que realmente se preocupe por ti querrá verte desanimado, así que toma lo que obtengas de ellos como un abrazo de los mejores deseos de que todo salga bien.

Por otro lado, tus compañeros de trabajo y conocidos casuales probablemente te dirán lo contrario de lo que realmente piensan. Si piensan que tu idea apesta, te dirán que es genial y si piensan que tu idea es genial, te dirán que apesta.

En lugar de conversar con amigos y familiares, transmite tu idea a una serie de terceros neutrales que conocen los negocios y te darán una opinión honesta. Comunícate con las oficinas de la Subsecretaría para la Pequeña y Mediana Empresa de la Secretaría de Economía y solicita hablar con alguien conocedor que tenga tiempo para escuchar tu idea. O habla con el enlace de pequeñas empresas en alguna Cámara de Comercio de tu localidad. O busca un empresario exitoso que esté dispuesto a escuchar y dar una opinión honesta sobre tu idea. Sólo recuerda, las opiniones son como ombligos: todos tienen uno y todos son diferentes.

Recurre al análisis FODA

Una forma más precisa de juzgar la viabilidad de una idea es crear un análisis FODA (Fortalezas, Debilidades, Oportunidades y Amenazas). Un análisis FODA no solo te ayudará a evaluar la viabilidad de tu idea, sino que también te ayudará a aprovechar las fortalezas de tu idea, identificar y corregir las debilidades y detectar formas de aprovechar las oportunidades potenciales mientras evitas posibles amenazas.

¿Cómo realizar un análisis FODA simple?

En una hoja de papel dibuja un cuadrante. El documento ahora se divide en cuatro partes.

Completa cada cuadrante en función de lo que ves como las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas de la idea de tu negocio. Debes repetir este proceso para cada idea que tengas, en cada cuadrante debes tener algo escrito. Si no puedes pensar en fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas para una idea en particular, eso significa que no tienes suficiente información para completar el análisis FODA, lo que significa que tampoco tienes suficiente información para ejecutar efectivamente esa idea.

Las fortalezas son aquellas cosas que hacen que tu idea sea fuerte. Las fortalezas pueden ser personales u orientadas al producto y pueden incluir: experiencia comercial previa y éxito; financiación suficiente para iniciar el negocio; tener un cliente en la mano; tener un producto o servicio único para ofrecer; tener un mercado establecido; etc.

A continuación, enumera todas las debilidades de tu idea. Es importante que seas honesto contigo mismo y enumeres todas las debilidades que puedas. No finjas que tu idea no tiene ninguna debilidad porque cada idea las tiene. No lastimarás a nadie más que a ti mismo si finges que tu idea es a prueba de balas. Las debilidades pueden incluir: falta de capital para iniciar el negocio; falta de experiencia comercial o administrativa; un mercado lleno de gente; grandes competidores; etc.

Las oportunidades son aquellas cosas que se pueden aprovechar para acelerar tu idea de negocio. Los emprendedores inteligentes buscan nuevas oportunidades en lugar de esperar a que se les presenten. Las oportunidades pueden incluir: una asociación potencial con alguien que vende productos en el mismo mercado; una excelente ubicación de escaparate que está disponible; un competidor que cierra, dejando un hueco en el mercado que puede ser adecuado para ti, incluso si usas servicios en la nube, etcétera.

Las amenazas son aquellas cosas que amenazan el éxito de tu idea de negocio. Las amenazas pueden incluir: condiciones inciertas del mercado; fuertes competidores en el mercado con precios más bajos; posibles leyes o impuestos que pueden afectar tu idea; etc. Al igual que las debilidades, es vital que seas honesto cuando se trata de identificar amenazas.

Una vez que hayas completado los cuatro cuadrantes, debes tener suficiente información para comenzar a probar la viabilidad de tu idea. ¿Las fortalezas de tu idea superan las debilidades o las debilidades superan las fortalezas? ¿Las oportunidades disponibles son amplias o inexistentes? ¿Son las amenazas muchas o pocas?

Con esta información en la mano, puedes pasar al método más preciso para probar tu idea y es la creación de un plan de factibilidad detallado, de lo que hablaremos en otro artículo.

¡Aquí está tu éxito!