¿Cómo vender cuando tienes precios más altos que tu competencia?
Conoce cómo vender cuando tienes precios más altos que tu competencia.
El objetivo del marketing: crear diferencia a ojos de tus prospectos. Y para ello vamos a conocer más acerca de la ventaja competitiva.
En el mundo actual de los negocios, en que cada segmento de mercado y cualquier giro de negocio, tiene múltiples proveedores (es decir, varias empresas ofreciendo lo mismo), el verdadero objetivo del marketing es lograr –en la percepción del mercado meta-, una diferencia a nuestro favor.
Es decir, nuestro marketing debe no solo proyectar nuestra imagen y darnos a conocer con los posibles clientes que nos interesan, sino comunicar claramente una diferencia por la cual los prospectos nos ubiquen perfectamente –estemos en su “top of mind" y entiendan en qué somos diferentes de la competencia.
En fin, nuestro marketing debe ser capaz de demostrar razones contundentes por las cuales cuando un proceso de compra se inicia en nuestros prospectos, ellos tienen muy claro por qué deben venir con nosotros de manera preferencial y por sobre las demás ofertas de la competencia.
La diferencia que nuestros prospectos deben percibir claramente por medio de nuestro marketing es lo que llamamos Característica Única de Venta (Unique Selling Proposition). Otro nombre aplicable es la ventaja competitiva de nuestra empresa.
Es la respuesta honesta y directa a la difícil pregunta de ¿por qué los prospectos deben comprar mis bienes o servicios por sobre los de la competencia?
La ventaja competitiva es la diferencia real y sostenible que hace que nuestro producto o servicio cueste lo que nosotros pedimos por él y tenga un valor real para nuestros clientes.
Si bien debemos identificar puntos de valor agregado que nos diferencien de la competencia, debemos ser cuidadosos en tres aspectos:
La ventaja competitiva debe estar relacionada con lo que a un cliente promedio de una industria, le molesta o le preocupa más (su dolor). Si somos capaces de desarrollar justamente una fortaleza que asegure al consumidor o cliente que él no va a enfrentar dicha molestia o inconveniente, éste responderá favorablemente.
Por un momento liberémonos de las ataduras de pensamiento respecto a “restricciones de presupuesto” o “infraestructura disponible” y definamos, tal vez con nuestro equipo de trabajo, al menos 3 cosas que –si las llegáramos a implementar- serían el detonante de un crecimiento exponencial de nuestro negocio.
Una vez que identificamos y/o desarrollamos una verdadera ventaja competitiva, se convierte en la columna vertebral de todo nuestro esquema de comunicación persuasiva: nuestro marketing hará referencia a ella, nuestros argumentos vendedores y la forma en que vendemos, nuestros sistemas de servicio al cliente se enfocarán a cuidar y fortalecer dicha ventaja. Además, lo podemos garantizar por escrito y eso abonará a la confianza de nuestros prospectos y permitirá que obtengamos más ventas.
Si todavía no tienes una ventaja competitiva real, es tiempo de plantearte las preguntas necesarias para construirla.
Otra ventaja competitiva, no lo olvidemos, consiste en garantizar el cumplimiento estricto de lo que ofrecemos a cambio de lo cual el cliente nos está entregando su dinero.
Como empresarios responsables que somos, de todas maneras vamos a responder por los defectos de los productos y servicios que ofrecemos a los clientes, con el propósito de que queden contentos. Entonces, ¿por qué no hacerlo por escrito? Una garantía por escrito dará mayor confianza a nuestros prospectos y clientes, ya que tendrán evidencia de que nosotros respaldamos el producto o servicio que vendemos. Y es un elemento de diferenciación porque casi nadie lo hace, menos aún por escrito, lo cual podría ser una excelente ventaja competitiva.
No es verdad que la gente se va a aprovechar injustamente de la garantía, no vivimos rodeados de personas que andan buscando cómo aprovecharse de los demás.
Así que si ofrecemos una garantía por escrito, redactada en términos objetivos y claros, determinando los alcances y restricciones (es buena idea que la revise el abogado), si la garantía tiene una presentación atractiva, se vuelve una buena herramienta para atraer prospectos y convertirlos a clientes. Igualmente, para retener a quienes nos permiten servirles y eso es en sí mismo ya una gran ventaja.
El éxito del marketing es identificar el mercado meta adecuado para nuestro producto o servicio.
Si bien –en un momento dado-, todas las personas o empresas podrían comprar lo que yo ofrezco, pero para que mi marketing sea exitoso, necesito enfocarme hacia aquel grupo que tiene la necesidad del bien o servicio que yo vendo, que puede pagarlo, que me puede dar el volumen y rentabilidad del negocio que yo espero.
Nuevamente, las características de mi mercado meta ideal son:
Si yo identifico adecuadamente el mercado al que debo enfocarme, es probable que –si es que yo desarrollo las ventajas competitivas que dicho mercado aprecia, valora y sé comunicarlas de manera efectiva-, pueda vender exitosamente, sin que tenga que ser el más barato.
Por ejemplo, en un negocio de lavandería y tintorería, si me coloco en una zona con alta presencia de hogares jóvenes con padres que trabajan, con ingresos adecuados y si doy facilidades de estacionamiento amplias y una atención mucho más rápida que la competencia, además de un trato ágil y servicio a domicilio, puedo tener un negocio exitoso. Posiblemente nuestros clientes valoren las características de nuestro servicio y de nuestra atención, más allá del precio, entonces habremos creado una ventaja competitiva
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